Hoy te contamos qué es una tarjeta gráfica dedicada, y cuál es la diferencia con las tarjetas compartidas, ¡Sigue leyéndo!
QUE SON LAS TARJETAS GRÁFICAS
En primer lugar te contamos que las tarjetas gráficas, en general, son un componente que puede venir integrado en la placa base de nuestro ordenador, o que bien puede integrarse aparte para ampliar sus capacidades. Se trata de tarjetas que se dedican al procesamiento de datos de vídeo e imágenes que se ven en el ordenador o en un móvil o tableta.
En resumen una tarjeta gráfica procesa datos para convertirlos en una imagen, desde una hoja de Excel hasta Call of Duty. Estas tarjetas gráficas pueden ser de dos tipos.
TARJETAS GRÁFICAS INTEGRADAS O COMPARTIDAS.
Como bien indica su nombre «integradas» son las que vienen «dentro», incluidas en el propio procesador, entre los varios chips que tiene un procesador de un ordenador, móvil o tableta, se encuentra esta pequeña tarjeta gráfica. Cada vez son más potentes, sin embargo, te puedes quedar corto si quieres usar tu dispositivo para jugar o para la edición visual, es aquí donde entran las tarjetas gráficas dedicadas.
TARJETA GRÁFICA DEDICADA
Se llaman así porque son tarjetas exclusivamente dedicadas al procesado de imágenes, en esta ocasión no estamos hablando de tan solo un chip dentro de una tarjeta integrado en un procesador, sino una tarjeta en sí que ejecuta la tarea independientemente.
Estas tarjetas suelen ser de gran tamaño, cuánto mayor potencia, más grandes son, y además tienen sus propios ventiladores.
En el caso de los móviles, tabletas u ordenadores portátiles la tarjeta gráfica suele venir integrada, solo en algunos casos, de ordenadores portátiles que están preparados para jugar, pueden venir con tarjetas gráficas dedicadas, pero nunca serán tan potentes como las de un ordenador de sobremesa.
Por mucho que las tarjetas gráficas integradas estén mejorando, cómo comentábamos antes, nunca van a igualar a una tarjeta gráfica dedicada.
ENTONCES, ¿CUÁL DEBO ELEGIR?
Si vas a utilizar tu ordenador para trabajar con Excel, Word, navegar por Internet, etc., con una tarjeta gráfica integrada tienes de sobra, sin embargo si ya quieres usarlo para jugar a videojuegos, tratamiento de imágenes, como si eres profesional en este sector, entonces será necesario que adquieras una tarjeta gráfica dedicada.
El precio de una tarjeta gráfica dedicada puede superar los mil euros, en el caso de las más potentes del mercado, mientras que los procesadores con tarjetas integradas están prácticamente en la mitad de precio.
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